AEMET ha analizado el calor de este verano y ha llegado a una conclusión: la cifra más terrorífica son 31,3º

AEMET ha analizado el calor de este verano y ha llegado a una conclusión: la cifra más terrorífica son 31,3º

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha hecho un repaso de la meteorología del pasado mes de julio. Estamos acostumbrados a leer sobre temperaturas máximas, precipitaciones extremas o veloces rachas de viento, pero quizás el dato más llamativo del pasado mes esté en otro lado: las temperaturas mínimas.

31,3º Celsius. No estamos hablando de la temperatura mínima absoluta alcanzada el pasado mes (los 0,7º Celsius registrados en Cap de Vaquèira, Lleida, poco tienen de reseñable), sino de la temperatura mínima más alta del mes. El pasado jueves 17, el termómetro de la estación de Agüimes, en Gran Canaria, no bajó de los 31,3º.

El evento se produjo durante un evento cálido que afectó a amplias zonas de Gran Canaria a mediados del mes pasado. Durante este evento, las previsiones señalaban máximas de 40º, algo poco frecuente en las islas, y llevó a AEMET a activar un aviso rojo por riesgo extremo en la isla.

Noches tropicales, noches ecuatoriales. El problema de unas temperaturas mínimas elevadas ha sido persistente este verano. Han sido numerosas las ocasiones y amplias las zonas geográficas donde la bajada nocturna de los termómetros no ha sido suficiente como para dejarnos reposar adecuadamente.

Existen varios términos que utilizamos en estos contextos, como el de noches tropicales, refiriéndonos a las noches en las que las temperaturas no bajan de los 20º; y las noches ecuatoriales o tórridas, en las que no se baja de los 25º. Sin embargo, en algunos lugares, el problema ha ido aún más allá, con mercurios que no bajaban siquiera de los 30º.

Asegurar el descanso. Conciliar el sueño a estas temperaturas es una tarea difícil si no se cuenta con la asistencia de ventiladores o aire acondicionado, por lo que nuestro descanso nocturno se resiente. Es por eso que, aunque las temperaturas máximas suelan llamar más nuestra atención, unas temperaturas mínimas elevadas puedan resultar también problemáticas.

Una tendencia preocupante. Por supuesto, este es un problema que, si se siguen cumpliendo las previsiones, irá a peor, no solo en el largo plazo como consecuencia del cambio climático, también durante este mes de agosto que se abre con una ola de calor que afecta aún a buena parte de la Península.

La presente ola de calor está trayendo también temperaturas mínimas altas. Esta noche, por ejemplo, se prevé que no bajen de los 20º en diversas áreas del país, y podrán quedarse por encima de los 25 en zonas del Mediterráneo, de la mitad sur peninsular, en las depresiones del nordeste, o incluso en zonas del norte peninsular, en la meseta y en Galicia.

No solo calor. Las nuevas estadísticas publicadas por la agencia mencionan también la temperatura máxima absoluta registrada en España el mes de julio, los 43,3º observados en El Granado, Huelva, el martes 1 de julio, en la primera de las olas de calor registradas este verano.

Los datos de la agencia también incluyó datos que describen la intensidad de los episodios tormentosos vistos a mediados del mes, como las rachas de hasta 133 km/h registradas en Caspe, Zaragoza, el día 10; o los los 155,4 mm de lluvia recogidos el día 12 en Vilafranca del Penedés, Barcelona.

Un dato llamativo si tenemos en cuenta que en la localidad catalana se recogieron 216,4 mm en todo el mes; es decir, más del 70% de las precipitaciones mensuales en la localidad ocurrieron en un solo día.

En Xataka | Se suponía que las lluvias de este año iban a dejarnos pantanos rebosantes en verano. La realidad está siendo muy diferente

Imagen | ECMWF / Ivan Oboleninov


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AEMET ha analizado el calor de este verano y ha llegado a una conclusión: la cifra más terrorífica son 31,3º

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Xataka

por
Pablo Martínez-Juarez

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